viernes, agosto 26

M i l n o c h e s d e d e s e n f r e n o

La vida me ha tratado regular, ¡pero la noche no me trató nada mal! La noche es el gran espejo oscuro donde el sol no puede verse. Por eso envidia el sol y el día y los diurnos a la noche y a todos los que, como yo, somos aves nocturnas vertiendo estrellas en las mentes sedentarias y durmientes de los diurnos. “Es de noche”, “ahora cantan más alto todas las fuentes cantarinas. Incluso las canciones de enamorados suenan mejor de noche”, así habló Nietzsche. Y no es verdad que los nocturnos seamos más irresponsables o menos comprometidos o más pasotas que los buitres del sol. Nosotros los búhos nos hemos esforzado para que crezcan las pasiones, las emociones sinceras, las demostraciones espontáneas y naturales de afecto, de repulsa, de amor y de odio; luchamos siempre para que no haya nadie en el mundo solo, desamparado; al que tiene frío le damos una copita de anís, al que tiene sueño le ofrecemos un mullido lecho; hacemos negocio a los claveleros y a los manteros; todo en nosotros es generosidad: compartimos la droga, las mujeres, el vino, la birra, el tabaco, la comida, el agua, los medicamentos... Hemos alimentado los nocturnos desde siempre, para bien o para mal, la idea de que la vida no es un camino de rosas. La luna nos dice que debemos levantarnos y luchar; que no hay razón para sentir temor por nada, envolviéndonos en su gélido manto oscuro y acogedor, entrañable. “Puedo comer mierda, y acostarme en los portales, si a la noche tengo a alguien que me abraza...” La noche es comer mierda y acostarse en los portales, pero luego vienen los besos, los abrazos, las palmaditas en la espalda, el vivo y sincero sentimiento inconsciente, vago y ambiguo de comunión con lo demás nocturnos pacíficos e incluso la sensación de que Dios está a tu lado; más al lado tuyo que al lado del político, del arrogante, el fanfarrón, el vanidoso, la famosota, el millonario, el empresario... La noche es ilusión, magia; pero también es la realidad. Amigos míos, como ya dijo el Camarón, “la noche es la verdad”. Pensadlo un poco. La noche no es para dormir; la noche es para trabajar, para disfrutar, compartir y aprender juntos. Ya habrá tiempo de dormir por la tarde. Yo reivindico ver el precioso amanecer después de conocer la enigmática noche, todo seguido, estando consciente.
El día comienza a las 00:00 de la noche.